miércoles, 10 de septiembre de 2014

-¿Quién soy?-

-¿Quién soy?-
Desvaríos de una Eri.
Desvarío escolar.

¿Quién soy?... Nunca me lo he preguntado. Normalmente mi duda es ¿Qué soy?.

Soy una taza de café junto a un plato de galletas en la mesa cafetera frente a mi sillón favorito, donde me espera un libro para leer a media luz al atardecer.
Soy ese mosquito que molesta a la gente cuando quiere dormir.
Soy ese grillo que apareció en mi cuarto una noche de verano mientras leía ese cuento de terror que habla de ellos, justo ése que me pone a temblar cuando escucho el cantar de tan inocente insecto.
Soy mi gato Gordo cuando tengo hambre, soy mi gato Tamal cuando muestro mi cariño y mi gata Hirachi cuando me asusto.
Soy ese auto que se pasa el alto y casi mata gente inocente que busca cruzar la calle.
Soy ese restaurante-jardín con flores bellas y aromáticas que te hacen sentir bien, ese mesero amable y esa comida deliciosa que llega a tu paladar con una explosión de sabor exquisita.
Soy lo que dibujo y, por ello, se que soy lo que yo quiera ser, y por ende, soy Batman.
Soy la paciencia en persona, la inocencia personificada... y la torpeza también.
Soy ese árbol que abrazo todos los días, cuido y riego con aguita para que siga creciendo.
Soy mis desvelos, mis lecturas, mis escritos y mis composiciones.
Soy mi teclado y mi música. Soy mis partituras; de gente conocida, desconocida y por conocer además de las propias.
Soy una chica de dieciocho años que actúa como niña de seis y no teme más al rechazo del mundo.
Soy mis alegrías, soy mis penas, soy mis secretos y mis sueños.
Soy lo que cocino y horneo, soy lo que enfrío y lo que caliento.
Soy mi cama suave, mi suelo duro, mi cepillo de dientes de Star Wars y esa pasta dental marca Crayola de sabores que quiero comprar.
Soy mis poleras del departamento de señores gordos, mis sudaderas de varón y mi playera de My Little Pony (La Princesa Celestia es la hostia).
Soy mis desvaríos y mis ilusiones.
Soy mis costumbres soy mis tradiciones.
Soy visible e invisible; Soy lo que soy, soy aire, y como el aire soy libre, estoy donde quiero y donde no también pero ni modo.
Soy las estrellas, las constelaciones. Soy la nube que las tapa y el viento que las destapa. Soy la Luna, soy el Sol cálido de primavera.
Soy mi primer peluche, mi primer muñeca. Soy la primera nevada que aún me espera.
Soy el mar, soy sal y arena. Soy personas alegres vacacionando en la playa.
Soy mi familia, soy mis amigos.
Soy de Alba pues a ella le pertenece mi alma, se lo he dicho y ella lo sabe.
Soy distraída y algo tontuela. Soy pequeña, pero no me importa.
Tengo problemas (como todo mundo), pero jamás dejo que me roben la sonrisa.
Soy mis cuentos, soy mis voces, soy la cuenta cuentos de mis sobrinas y de mí misma (cosa que me encanta, pues me recuerda a mi mamá).
Mamá no está, ni estará más. La abuela tampoco, pero están bien ahora y eso es lo que importa.
Soy mi tos, soy mi gripa.
Soy los caramelos que me comí esta mañana y el sandwich de la tarde.
Soy mis ganas de tener un Pug, soy mis monstruos, soy mis miedos.
Soy mi pánico a las alturas, mi terror hacia los grillos, mis mini infartos en cada trueno que escucho, las sombras raras que se forman en la oscuridad y mis pesadillas.
Soy mi vaso de leche y mis galletas.
Soy mi amor y mi pasión por las cosas y los momentos que ellas resguardan.
Soy mi cariño por el chico que me gusta, que sabe que me gusta, le gusto, pero no podemos gustarnos mutuamente porque parece sacrilegio o algo con una penitencia mayor al pecado original que tanto me recuerda la mamá de mi tío que no debo tener.
Soy lo que soy.
Porque de no ser, no sería.
Habría que ser para ser.
Y como soy, soy.

Simple lógica.

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