martes, 11 de noviembre de 2014

Dime que me quieres por última vez...

-Dime que me quieres por última vez-


Desvaríos de una Eri.
Desvarío nocturnal (si, nocturnal).

¿Cómo pueden enredarse tanto las cosas?
Amo a Mary. Mucho.
Y sin embargo, amándola como la amo, hice eso.
El número de la desaparición-. Richard Matheson.

Dime que me quieres por última vez,
que el tiempo que pasamos juntos no fue en vano,
que nuestras salidas no fueron pérdidas de tiempo,
que nuestras sonrisas valen oro,
que nuestras lágrimas son de plata
y que juntos formamos nuestro propio tesoro;
que nuestra historia no será olvidada,
que todo lo que vivimos fue real.

Dime que me quieres por última vez,
mírame a los ojos y dime que luzco bien,
para que yo vea los tuyos y responda los guapo que te ves;
abrázame como solías hacerlo,
permíteme abrazarte como yo lo hacía,
abracémonos como lo hacíamos ayer;
acaricia mi cabello con lentitud,
déjame acariciar tu espalda con suavidad.

Dime que me quieres por última vez,
acércate a mí,
para que yo me acerque a ti,
mirémonos fijamente y dejemos que nuestros orbes hablen por sí solos;
toma mi mano,
que yo acariciaré la tuya,
entrelacemos nuestros dedos,
y caminemos a la par sin rumbo fijo, ya sea en la playa o en el mar.

Dime que me quieres por última vez,
junta tu mejilla con la mía,
olfatéame y di que huelo dulce como lo hacías,
que yo te oleré y haré que tu aroma perdure lo suficiente en mi memoria;
choquemos narices en un beso de esquimal,
aún si estornudo al final;
besa mi mejilla con ternura,
yo besaré la tuya con dulzura.

Dime que me quieres por última vez,
hay que reírnos juntos una vez más,
se el motivo de mi sonrisa,
que yo intentaré ser el motivo de la tuya de nuevo;
susúrrame te amo como antes,
prometo esta vez no controlarme
y gritar a los cuatro vientos
que eres el dueño de mi corazón.

Dime que me quieres por última vez,
aún si de verdad ya no hay más te quiero,
aún si de verdad no queda más entre nosotros,
aún si de verdad planeamos separarnos;
pero déjame amarte
aunque tu no lo hagas más,
y déjame llorarte
cuando tu ausencia me ahogue más que intentar nadar.

Dime que me quieres por última vez,
la vida es un circulo donde tarde o temprano llegas al inicio de nuevo,
eso decía mi abuela;
entonces te ruego, si no es mucho pedir,
que seas mi inicio y mi final,
así el destino nos volverá a unir,
pero, por favor, no te vayas

sin que me digas que me quieres por última vez.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Silencio

-Silencio-

Desvaríos de una Eri.
Desvarío nostálgico de media noche.

“Lo que se va regresa“
Lema de los Ángeles del Infierno.

“¿Qué buscas, viejo amigo?
Después de tantos años, ¿a qué vienes
con sueños que albergaste
bajo cielos ajenos
muy lejos de tu tierra?“
George Seferis.


Hoy te vi, te miré a los ojos, viste a través de los míos, y entonces, silencio.

Sentí miedo, y a la vez tristeza, en tus ojos oscuros, ya no había belleza.

Ese brillo que inundaba tu iris, esa dilatación en tus pupilas y ese sonrojo en tus mejillas, ya no estaba más.

Esa sonrisa cariñosa, ese abrazo fuerte y largo que me concedías, esas caricias en mi cabello, no existen ya.

Mi cuerpo se estremeció cuando te vi marchar, mi corazón se ahogó en un grito desesperado por salir disparado y decirte ¡vuelve! que mi boca nunca pronunció y por ende, no volviste.

Recuerdos, muchos recuerdos...

La nostalgia recorre cada poro de mi piel en un cosquilleo infernal que me hiela la sangre.

Recuerdos, muchos recuerdos...

Surgieron por sí mismos cuando abrí mi caja de recuerdos... y me di cuenta de algo muy triste... y... detesto esto... me detesto mucho.

Boletos de cine...

¿Recuerdas el día en que todos querían ir al cine y que cuando llegamos les dije que los esperaba afuera porque no tenía dinero?

Mike pagó mi entrada.

Me senté a tu lado, y ese día tomaste mi mano cuando me solté a llorar.

¿Recuerdas cuando te llamé y te invité al cine?

Estabas nervioso, pero recuerdo que te pusiste contento, aún cuando no querías entrar a ver esa película, insistí tanto que sonreíste y me dijiste que sería responsable de que no pudieras dormir.

Recuerdo que asentí y trataba de liberarte la tensión cada que podía, porque quería que durmieras.

Y hablamos toda esa noche hasta que te quedaste dormido.

Cucharas de helado...

¿Recuerdas esa vez que compré un helado de uva y te pedí que lo comieras conmigo?

No parecía que te agradara la idea, pero comiste algo de helado conmigo y ambos fuimos felices.

Fotos...

¿Recuerdas cuando fuimos a casa de Marsha en cuarto?

Nos tomaron una foto ese día. Es mi foto favorita porque es la primera (y la única) foto en la que salimos juntos, y como siempre, es mi fondo de pantalla.

¿Recuerdas el día en que nos paseamos en CU?

No te diste cuenta, pero te tomé una foto mientras me dabas la espalda.

¿Recuerdas el día en el que participamos como anfitriones en el Encuentro del Mañana?

Te tomé una foto mientras estabas distraído, me encanta esa foto, está enmarcada y colocada en mi closet.

¿Recuerdas cuando te pedí que te cortaras el pelo y te lo cortaste?

Me gustó tanto tu nuevo corte que guardé todas y cada una de las fotos que me mandaste y las imprimí con las demás.

Envolturas de dulces...

¿Recuerdas que cuando estaba triste siempre te pedía dulces?

Tu no lo sabes, pero guardo cada envoltura, como si fuesen mi mayor tesoro... Se que no te era fácil darme dulces...

Lazos de regalos...

Casi nunca me dabas regalos envueltos, pero la mayoría tenían un listón, todos están guardados en mi caja y en mi corazón...

Cartas...

Tu no lo sabías... pero siempre te escribía una carta diciéndote lo mucho que te quiero y te adoro, tenía la esperanza de dártelas un día y decir he esperado mucho para esto... me temo que debo esperar más...

Cubiertos de plástico...

Siempre tengo uno para picarte comida ¿Recuerdas?


“Me encanta tener siempre tenedores, así podemos comer juntos de la comida que trajo el otro sin necesidad de que compartamos cubierto“ decía yo, “¿Qué hay de malo con algo de baba?“ preguntabas tu, entonces reíamos y te recordaba que tu comida era (y sigue siendo) la más rica del mundo.


Boletitos del trolebús...

Están todos juntos en un sobre que pone Aventuras con Yayo, me encanta verlos y recordar cosas... todos ponen la fecha y lo que hicimos.

Servilletas...

¿Recuerdas el día de las pizzas luego de un día cansado en CU en que no llegaste a clase de trompeta por acompañarme a mi examen de aptitudes y habilidades para saber en que área era mejor?

Esas servilletas siguen guardadas sin usar, con una carita feliz, tu nombre y un corazón.

Mis cuadernos...

Notitas aquí, notitas allá... una notita con un Yayo, te quiero encontrarás.

Documentos...

¿Qué si tengo hora libre?

¡Dibujaré a Yayo! ¡Claro!

¿Que no tengo hojas?

¡La parte de atrás de estas hojas aún sirve!

Twitter...

Lo abrí para charlar únicamente contigo... ¿Recuerdas?

Entonces nos poníamos cosas de forma anónima, escribías algo para mí como yo escribía algo para ti y ambos escribimos nuestra propia historia.

Láminas de dibujo...

Cuando veo que me falta alguna siempre digo: Ah, claro, se la di a Yayo.

Viernes por la madrugada...

Noche creepy ¿La recuerdas?... Yo si... Aún la hago, aunque no es lo mismo sin ti.

Estudio...

Nunca fui buena estudiando, sin embargo, me animabas tanto y me echabas tantas porras que yo, sin pensarlo mucho, daba mi mayor esfuerzo en todo... Gracias a ti, estoy donde estoy.

¿Recuerdas cuando en cuartos me fui a muchos finales?

Nadie creía en mi, salvo tu... Nadie se preocupaba por mi, más que tu... Nadie me ayudaba a estudiar, más que tu.

¿Recuerdas que en quintos también me fui a finales?

Siempre estuviste ahí para ayudarme a entenderlo todo y para apoyarme con un beso en la mejilla, un te quiero y un buena suerte, algo que hacía contigo también.

¿Recuerdas que me regañabas porque no dormía? ¿que me regañabas porque no comía? ¿sólo por que quería estudiar?

¿Recuerdas que yo hacía lo mismo por ti?

¿Recuerdas esa noche de desvelo total por los apuntes de Chava?

Si yo puedo, tu puedes te dije, como siempre... Si tu puedes, yo puedo contestaste como de costumbre.

Ambos terminamos hasta en la mañana y corrimos a la prepa... llegamos y nos abrazamos a modo de triunfo porque terminamos todo y llegamos a tiempo, te abracé con fuerza como si el mundo ya no fuese a existir.

Mensajes a oscuras...

Mensajes siempre, hablábamos de todo y de nada... ¿Recuerdas?... Y siempre concluíamos con un te amo mucho... ¿Recuerdas?... Peleábamos por quien amaba más al otro y era bello, ¿te acuerdas?... Yo si...

Canciones y melodías...

Nunca me habían dedicado una canción... Entonces apareciste con Do you want to know a secret ¿recuerdas?... 


Mi emoción fue grandísima... Y entonces te compuse una pequeña melodía de quince segundos, quince segundos que 

me parecieron infinitamente difíciles de crear... ¿La recuerdas?

Me dijiste que In my life era una de las canciones que más representaba lo que sentías, yo lloré y te dije que te amaba... ¿Recuerdas?

Te toqué hikari en piano... Te dije que mi luz eres tu, ¿te acuerdas de eso?

Te canté Passion y te dije que quería que fuésemos como los chicos de la canción, que estuviésemos abrazados, bajo un cielo hermoso de verdad.

Te canté todo lo que pude, siempre que podía.

Problemas...

¿Recuerdas que a Omahr no le gustaba que estuviera contigo?... Me dolía mucho cuando te decía que no hicieras ciertas cosas, pero al final te decía que no me hicieras caso porque te amaba... ¿Recuerdas que aunque el se enojaba mucho, yo te defendía y decía que me gustaba que me hicieras sentir especial?... Yo si.

¿Recuerdas cuando ambos peleábamos, pero al final volvíamos al te amo y todo quedaba olvidado, tanto lo tuyo como lo mío? yo si...

¿Recuerdas cuando ambos nos metíamos en problemas por estar juntos siempre? ¿recuerdas que yo decía que estábamos juntos porque teníamos que estar juntos?

¿Recuerdas cuando Omahr se enojaba porque me sentaba a tu lado en todas las clases? ¿que se molestaba porque siempre hacía equipo contigo y no con él?, nunca les dije nada, ni a ti y a él, pero hacía trabajos en equipo contigo para estar aún más tiempo contigo, porque era más cómodo.

¿Recuerdas que nos regañaban por platicar en clase? Cuando me cambiaban o te cambiaban de lugar, yo sufría.

¿Recuerdas de todas las cosas que libramos... juntos?... yo puedo contarlas, mucho mejor a que si contara mis peluches, y mira que me los se todos.

Regalos...

Yo no te daba muchos regalos, pero te daba todo lo que podía darte...

¿Recuerdas la estrella que Víctor le regaló a Sara?... Ella la guarda con el mismo amor con el que yo guardo a Rani, al Perroso Conejoso, al Gatito Banana, al Hada Roja, al Osito de los dulces Poncho y mi Minish Cap, amo todo lo que me recuerda a ti... Por eso la rosa que me regalaste,  la pongo donde siempre la vea, tu sueter lo uso de pijama cada viernes y uso tu sudadera los fines de semana.    .

Sustos...

Tu creías que eras el único que tenía miedo de perderme, no sabías que yo tenía miedo de perderte también, pero estando juntos, era imposible ¿verdad?


Entonces nos separamos.

Entonces dejamos de hablar tanto.

Entonces dejamos de hacer noches creepy.

Entonces te molestaste.

Entonces me gritaste.

Entonces me asusté.

Entonces te disculpaste.

Entonces te perdoné y me culpé.

Entonces volviste.

Entonces todo acabó


Entonces te fuiste de nuevo.

Entonces, te vi mirarla como me mirabas a mi.

Entonces comprendí que te había perdido.

Aún cuando dabas señales de que quizá no.

La verdad era obvia.

Entonces luché.

Entonces peleé.

Entonces moví cielo, mar y tierra.

Entonces hice muchas cosas mal.

Entonces hice lo posible para que quedaras con ella.

Se veía buena persona.

Aún la veo así.

Aún la considero mejor que yo.

Aún considero que es la chica que mereces.

La chica que te va a hacer más feliz que yo.

Entonces me aparté.

Entonces creíste que ya no te amaba.

Cuando la verdad es que te amo muchísimo.

Entonces lo bello y especial que teníamos murió.

Entonces saliste con ella.

Entonces la besaste frente a mi salón, quizá esperando que te viera, quizá no.

Entonces sonreí y comprendí lo que es dejar ir.

Se que eres feliz.

Me hace feliz que seas feliz.

Tengo que ser feliz porque tu puedes ser feliz.

Si tu puedes yo puedo.

Eres la mejor persona del mundo mundial, mereces ser más feliz que cualquiera en este planeta.

Entonces la quieres.

Entonces te quiere.

Entonces te fuiste una vez más para ya no volver.

Entonces me quedé sola.

Entonces lloré.

Entonces esperé en vano a que volvieras.

Entonces no volviste.

Entonces nos alejamos más.

Entonces, un día como cualquier otro, te visualicé de lejos.

Entonces te vi, te miré a los ojos, viste a través de los míos.

Y entonces.

Silencio.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

-¿Quién soy?-

-¿Quién soy?-
Desvaríos de una Eri.
Desvarío escolar.

¿Quién soy?... Nunca me lo he preguntado. Normalmente mi duda es ¿Qué soy?.

Soy una taza de café junto a un plato de galletas en la mesa cafetera frente a mi sillón favorito, donde me espera un libro para leer a media luz al atardecer.
Soy ese mosquito que molesta a la gente cuando quiere dormir.
Soy ese grillo que apareció en mi cuarto una noche de verano mientras leía ese cuento de terror que habla de ellos, justo ése que me pone a temblar cuando escucho el cantar de tan inocente insecto.
Soy mi gato Gordo cuando tengo hambre, soy mi gato Tamal cuando muestro mi cariño y mi gata Hirachi cuando me asusto.
Soy ese auto que se pasa el alto y casi mata gente inocente que busca cruzar la calle.
Soy ese restaurante-jardín con flores bellas y aromáticas que te hacen sentir bien, ese mesero amable y esa comida deliciosa que llega a tu paladar con una explosión de sabor exquisita.
Soy lo que dibujo y, por ello, se que soy lo que yo quiera ser, y por ende, soy Batman.
Soy la paciencia en persona, la inocencia personificada... y la torpeza también.
Soy ese árbol que abrazo todos los días, cuido y riego con aguita para que siga creciendo.
Soy mis desvelos, mis lecturas, mis escritos y mis composiciones.
Soy mi teclado y mi música. Soy mis partituras; de gente conocida, desconocida y por conocer además de las propias.
Soy una chica de dieciocho años que actúa como niña de seis y no teme más al rechazo del mundo.
Soy mis alegrías, soy mis penas, soy mis secretos y mis sueños.
Soy lo que cocino y horneo, soy lo que enfrío y lo que caliento.
Soy mi cama suave, mi suelo duro, mi cepillo de dientes de Star Wars y esa pasta dental marca Crayola de sabores que quiero comprar.
Soy mis poleras del departamento de señores gordos, mis sudaderas de varón y mi playera de My Little Pony (La Princesa Celestia es la hostia).
Soy mis desvaríos y mis ilusiones.
Soy mis costumbres soy mis tradiciones.
Soy visible e invisible; Soy lo que soy, soy aire, y como el aire soy libre, estoy donde quiero y donde no también pero ni modo.
Soy las estrellas, las constelaciones. Soy la nube que las tapa y el viento que las destapa. Soy la Luna, soy el Sol cálido de primavera.
Soy mi primer peluche, mi primer muñeca. Soy la primera nevada que aún me espera.
Soy el mar, soy sal y arena. Soy personas alegres vacacionando en la playa.
Soy mi familia, soy mis amigos.
Soy de Alba pues a ella le pertenece mi alma, se lo he dicho y ella lo sabe.
Soy distraída y algo tontuela. Soy pequeña, pero no me importa.
Tengo problemas (como todo mundo), pero jamás dejo que me roben la sonrisa.
Soy mis cuentos, soy mis voces, soy la cuenta cuentos de mis sobrinas y de mí misma (cosa que me encanta, pues me recuerda a mi mamá).
Mamá no está, ni estará más. La abuela tampoco, pero están bien ahora y eso es lo que importa.
Soy mi tos, soy mi gripa.
Soy los caramelos que me comí esta mañana y el sandwich de la tarde.
Soy mis ganas de tener un Pug, soy mis monstruos, soy mis miedos.
Soy mi pánico a las alturas, mi terror hacia los grillos, mis mini infartos en cada trueno que escucho, las sombras raras que se forman en la oscuridad y mis pesadillas.
Soy mi vaso de leche y mis galletas.
Soy mi amor y mi pasión por las cosas y los momentos que ellas resguardan.
Soy mi cariño por el chico que me gusta, que sabe que me gusta, le gusto, pero no podemos gustarnos mutuamente porque parece sacrilegio o algo con una penitencia mayor al pecado original que tanto me recuerda la mamá de mi tío que no debo tener.
Soy lo que soy.
Porque de no ser, no sería.
Habría que ser para ser.
Y como soy, soy.

Simple lógica.

martes, 9 de septiembre de 2014

Las galletas.

-Disparates, cosas ilógicas, sin sentido.
-Bromas, chistes tontos que nadie (salvo yo) entiende.
-Tonterías, habladurías y cosas raras.
-Poemas con rima, que inician en prosa.
-Poemas en prosa que inician con rima.
-Canciones bizarras,
-Imágenes bobas.
-Experiencias extrañas.
-Cuentos donde el final siempre es igual.
-cuentos donde el final varía en demasía.
-grabaciones rompe oídos.
-canciones explota cabezas.
-muertos vivientes.
-vivos medio muertos.
-música rara (esto queda en duda, porque Mägo de oz es bien genial)
-recomendaciones ridículas.
-Posts con títulos que no tienen nada
que ver con lo que se habla.

eso es lo que hay aquí, eso es lo que es.
porque de no ser no sería, habría que ser para ser, y como es, obviamente sí es.

Simple lógica.

Ahora... puedes reírte de que en realidad nunca leíste esta introducción y decidiste saltártelo hasta el final para ver si escribí algo realmente interesante, o algo que hable de galletas, según el título... yo hubiera hecho lo mismo :D


Desvaríos de una Eri.